Historias de la mili: las cerezas
Esto sucedió en el C.I.R. 4, en Obejo (Córdoba), en junio de 1983. Siendo recluta, me tocó cocina y me pusieron a repartir los postres. Exactamente diez cerezas. Todo iba bien hasta que me llegó uno de los veteranos. – Échale más guindas al abuelo. – No puedo – contesté – me han ordenado que solo puedo dar diez. – Que me eches más – insistió – o te vas enterar cuando te coja en la instrucción. A esto me…